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La mujer más buscada de Francia

Hayat Boummedienne, la pareja sentimental y supuesta cómplice del terrorista Amedi Coulibaly, es la mujer más buscada en estos momentos por los servicios de inteligencia franceses. En un primer momento, algunas fuentes apuntaban que Boummedienne se encontraba presente en el asalto a la tienda kosher de París y que, incluso, había pasado desapercibida entre los rehenes que fueron liberados. Sin embargo, fuentes policiales turcas confirmaron que la mujer viajó desde Madrid a Estambul el 2 de enero, día en que Coulibaly asesinó a una policía municipal, y se cree que cruzó la frontera turco-siria seis días después.

 

Las imágenes de cámaras de seguridad muestran a la joven acompañada de un hombre que, según el diario turco Yeni Safak, corresponde a Mehdi S.B., un joven de 23 años y de nacionalidad francesa. Su objetivo, según la misma fuente, sería unirse a las filas del Daesh, organización terrorista a la que Coulibaly afirmó permanecer en una conversación telefónica que mantuvo con una cadena de televisión francesa antes de ser abatido por la Policía.

 

El procurador de París, François Molins, aseguró que el contacto entre Chérif Kouachi, autor junto a su hermano del ataque al semanario de Charlie Hebdo, y Amedy Coulibaly era “constante”. Los intercambios telefónicos demostraron que eran sus respectivas mujeres quienes servían de nexo de unión y que mantuvieron más de 500 llamadas en el año 2014. La mujer de Kouachi fue puesta en libertad tras pasar 72 horas en detención preventiva junto a otras personas del entorno de Kouachi.

 

Romance con Coulibaly

 

Boummedienne, de 26 años, habría contraído matrimonio religioso con Amedy Coulibaly en 2009, un matrimonio que no está reconocido legalmente por el Estado de Francia. A partir de 2010, la pareja comenzó a reunirse con Djamel Beghal, presunto mentor de Coulibaly y los hermanos Kouachi, que se encontraba en arresto domiciliario en Cantal, al sureste del país, por haber fomentado en 2001 un atentado contra la embajada norteamericana de París. Fue en prisión donde Coulibaly y Beghal se conocieron.

 

Durante su estancia en la campagne francesa, la pareja se tomó fotos en la que aparecen posando mientras realizan ejercicios de tiro con ballesta. En las fotografías se ve a la mujer portando el niqab, un velo negro que cubre al completo su cuerpo y que apenas deja sus ojos al descubierto. La joven dijo más tarde a los investigadores que las fotos eran de un viaje para “hacer senderismo” y “cambiar de paisaje”.

 

Estos encuentros fueron relacionados por la Policía como un plan para preparar la evasión de Smaïn Aït Ali Belkacem, miembro del Grupo Islámico Armado de Argelia (GIA), que fue condenado a cadena perpetua por haber cometido un atentado en un tren en cercanías de París en 1995. Por este caso, Coulibaly fue condenado a cinco años de prisión en 2013.

En marzo de 2014, el hombre recuperó parcialmente su libertad gracias a un brazalete electrónico y decidió instalarse junto a su compañera en Fontenay-aux-Roses, en los suburbios de París. Según sus vecinos, era una pareja “amable y sin problemas”.

 

Infancia problemática

 

Según varios medios de comunicación franceses, la joven nació en 1988 en la región parisina de Val-de-Marne y tenía seis hermanos. Tras fallecer su madre y las segundas nupcias de su padre, Boumeddienne fue entregada a los servicios sociales cuando tenía 12 años, cambiando varias veces de hogar debido a sus problemas.

 

La mujer comenzó a mostrar interés por la religión en el momento en el que conoció a Coulibaly y fue su decisión portar el niqab, razón por la que perdió su empleo de cajera en 2009. Su padre, con el que había perdido el contacto después de varios años, fue interrogado por la Policía de Nanterre, y dijo estar “estupefacto” y “no poder creer que su hija esté mezclada” con los atentados de París.

 

Francia lanzó una orden de búsqueda y captura para determinar su papel en los atentados y advirtió que puede “estar armada y ser peligrosa”. El Ministro del Interior, Manuel Valls, dijo que la búsqueda es urgente porque “la amenaza sigue presente”.

 

La Policía busca además a la persona que grabó y publicó la cinta en la que Coulibaly explica cómo se desarrollarían los ataques y que fue editado una vez concluyeron los ataques terroristas. También se investiga sobre la desaparición del vehículo utilizado por Coulibaly, un Mini Cooper negro.

 

Mientras tanto, el ministro de Defensa, Jean-Yves Le Drian, anunció el despliegue de 10.000 agentes de seguridad para proteger a la población; de ellos, 4.700 efectivos se asignarán a la protección de las 717 escuelas judías del país.

 

Cruce de acusaciones

 

Desde que el pasado sábado se conociera la presencia de Hayat Boummedienne en territorio turco, el cruce de acusaciones entre Ankara y París ha sido incesante. Las autoridades de Turquía aseguran no haber sido advertidas de la orden de búsqueda contra la joven e insistieron en “haber compartido su información con Francia antes de que ésta se la pidiera”. El Primer Ministro, Ahmet Davutoglu, se defendió alegando que “el único fallo de Turquía es tener frontera con Siria”.

 

El pasado mes de septiembre, ambos países se habían comprometido a mejorar su cooperación tras varios desencuentros diplomáticos y policiales debido al regreso a Francia de supuestos combatientes.

 

Al poco de conocerse la noticia, Siria acusó a Turquía de permitir que los “terroristas” crucen libremente la frontera, principalmente del grupo Daesh, opuesto al régimen sirio de Bachar al-Assad. El país otomano aseguró que “los combatientes extranjeros también suponen un serio problema para Turquía” y confirmó una cifra escandalosa: 7.000 aprendices de combatientes extranjeros tienen prohibida la entrada al país, y entre 1.500 y 2.000 fueron ya expulsados.

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